domingo, 24 de abril de 2011

Se llevó a cabo la 23° edición de la Pascua Joven en el Colegio Marín de San Isidro

Monseñor Jorge Casaretto: “Ustedes los jóvenes no son el futuro, son una realidad concreta y presente. El amor tiene que movilizarlos en la vida, volcarse en la familia, los amigos, los grupos y extenderse a una sociedad donde hay pobreza, a una realidad desafiante que pide cristianos más comprometidos”.
Se llevó a cabo la Pascua Joven en el Colegio Marín de Beccar, un encuentro donde conviven casi 2900 adolescentes de 15 a 17 años. El campamento duró toda la Semana Santa y tuvo como objetivo reunir a los jóvenes de los dos últimos años del secundario para vivir una experiencia profundamente espiritual y eclesial del misterio de la Pascua, mirando el ejemplo de Cristo para construir una familia y una sociedad más unida como modo de caminar hacia la santidad.
El colegio Marín se convirtió en la casa de 2582 adolescentes provenientes de diversas partes de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe para compartir su fe, sus opiniones y su alegría. Pascua Joven se realiza desde el año 1989 como un campamento-retiro orientado a chicos de la diócesis de San Isidro (que abarca los partidos de San Fernando, San Isidro, Tigre, Vicente López y las secciones 1ra. 2da. Y 3ra. de las Islas del Delta bonaerense), pero la reperusión fue tal que cada año se fueron sumando chicos de varios puntos del país que fueron enterándose gracias a la experiencia de otros.
Los jóvenes fueron trabajando cada día de la semana con actividades individuales –denominadas “desiertos”-, en pequeños grupos –guiados por un coordinador-, o escuchando una charla del actual obispo de San Isidro, Monseñor Jorge Casaretto y del futuro obispo de dicha diócesis, Monseñor Oscar Ojea.
El Jueves Santo consistió en una jornada para que los adolescentes se preguntaran cómo estaba su “casa”, es decir su vida, y cómo se preparaban para recibir a Jesús. El Viernes Santo fue un momento de invitación para que cada participante se aceptara como es, reflexionara sobre la muerte Cristo en la Cruz, y entregaran ellos también su vida, dejando morir los prejuicios y buscar la unión familiar. En tanto el Sábado Santo tuvo el objetivo de que los chicos se descubrieran necesitados de tener una mirada trascendente y se animaran a jugarse por un cambio en sus vidas.
Para el domingo de Pascua la invitación cuando vuelvan a sus casas es que los chicos puedan compartir lo que experimentaron teniendo en cuenta las palabras del Evangelio “no callar lo que hemos visto y oído”.


Las palabras de Monseñor Jorge Casaretto a los jóvenes
Durante su charla, Monseñor Casaretto hizo mención a situaciones catastróficas como el Tsunami y terremoto de Japón, y la explosión de la primera bomba atómica, comentando “La vida de felicidad implica el olvido de uno mismo para poner a los otros, a los que están peor, delante de nuestros rostros y poder decir ´me tengo q ocupar de ellos´”.
En nuestra realidad cercana no vivimos una destrucción total pero sí hay muchos jóvenes a los que les ha explotado la bomba de la droga o del alcohol en sus vidas, jóvenes que ya están casi destruidos cuya materia gris ya ha sido arruinada por la droga.
La Cruz es el signo de entrega hacia los demás, esto es lo que nos invita la Pascua. El camino es olvidarse de sí mismo para entregarse totalmente a los demás. Pero en qué consiste olvidarnos de nosotros mismos? Tenemos q dejar de pensar en ntra carrera profesión, en nuestro futuro? El olvido de uno mismo significa que lo que pueda desarrollar con mi inteligencia y voluntad no lo use para mi autoexaltación sin para servir a los demás. A eso nos invita Jesús.
La profesión no es algo para sentirse poderoso sino para estar al servicio de los otros. Esa es la dimensión que Jesús quiere que le demos a nuestras vidas.
Cuando me hablan de los jóvenes como “el futuro” yo pienso que ustedes no son el futuro del país sino una realidad concreta y presente. Ustedes ya son alguien, chicos y chicas que tienen una vida familiar, amigos, una realidad concreta q les toca vivir con una dimensión servicial.
En estos días han celebrado, cantado, rezado en una dimensión de grupo que les ha abierto un panorama. Se han encontrado y socializado con chicos que tal vez nunca hubieran conocido.
Hay un animal que tiene un corazón pesadísimo, de 5 kilos, la jirafa. ¿Saben por qué pesa 5kg? Porque tiene un cuello muy largo y tiene q bombear sangre hasta la cabeza, tiene q bombear mucho. Con la cabeza observa mucho más que los otros animales, está por encima de ellos, puede mirar lejos, tener un panorama mucho más amplio. Es un ejemplo que vale la pena retomar: qué importante es tener un corazón grande y una cabeza q vaya mirando todo para q el corazón se ponga a tono con lo que se capta. Ustedes tienen q tener un horizonte y ver lo q esta pasando con la cabeza ir captando los desafíos que la realidad les presenta”.
La cabeza nos muestra la realidad y el horizonte, nos muestra el panorama. El corazón nos empuja, con el corazón nos comprometemos con esa realidad.
Estamos en un país con muchos desafíos, con una pobreza grande, con necesidad de una democracia más sólida, tenemos que construir una Iglesia más comprometida con todos.
Tengan siempre la cabeza puesta en la realidad. Con la cabeza hay que mirar la vida familiar, nuestros colegios, con la cabeza hay que levantarse más allá de la familia, del barrio, de lo que pasa en nuestro país, cuáles son las necesidades, debemos mirar más allá de nuestro grupo y de nuestros horizontes
El amor tiene que movilizarnos en la vida, volcarse en la familia, amigos, grupos y extenderse a una sociedad donde hay pobreza, una realidad desafiante que pide cristianos más comprometidos.
Todas las decisiones tienen tormentas de por medio, no hay que escaparle a esto, esa es la vida de los cristianos, al vida es una vida de mucha lucha, uno tiene tormentas interiores. Una paz fuerte es asistida no sólo por fuerza o voluntad sino por el Espíritu Santo.(fuente: zonanortevision.com.ar)

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