“La particularidad de los fresnos es que sus raíces son muy profundas y así se evita que las veredas sean dañadas por su crecimiento. Además, de estas especies brotan hojas muy hermosas que embellecen a toda la localidad de Boulogne”, explicó Bernardo Landívar, secretario de la Unidad de Gestión Municipal.
Landívar agregó que “hay árboles muy añejos como paraísos y plátanos secos, que destruyen las veredas y parte de la propiedad de los vecinos al rajar las paredes y solados interiores. Por eso los extraemos desde la raíz y los reemplazamos por nuevas especies arbóreas, que son los fresnos”.
José González, vecino de Boulogne, se mostró a favor de la iniciativa. “Estos árboles viejos deterioraban las verdeas con sus raíces, lo que generaba un peligro, porque cualquier persona puede tropezar, especialmente, la gente mayor que camina por el barrio”.
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